Soy de la opinión que el arte está en todas las profesiones. El que pone pasión, maña y crea estilo propio, aunque sea poniendo grapas, tiene arte. No todo el mundo tiene y no todo el mundo lo desarrolla en campos tan “necesitables” como administración, sanidad o qué se yo, tráfico… Aquel que nació con castañuelas en las manos, con ojo de águila o con pinceles en los dedos, sufre. El que nace con un don, nos da envidia y nos da por culo! Seamos sinceros.
Hay cosas que, o se tienen o estás jodido… Puedes aprender a bailar sellivanas (como dice mi sobrina) y saberte hasta la cuarta pero sin tener ese “duende”, solo conseguirás algo parecido a una jota zaragozana… Puedes apuntarte a escuelas de pintura y conseguir dibujar un bodegón con una pera y un sifón casi clavadito, pero nunca se te ocurrirá asifonar el limón y alimonar el sifón, por ejemplo…
Tener un don o llamémosle ARTE en hacer algo, puede comerte por dentro o pasar de largo. Cuando uno se lanza a explotar ese arte, se forma, experimenta, investiga, se mueve, se sacrifica, se ilusiona, se obsesiona, se caga en la puta, se atormenta, se reinventa, vuelve al inicio, se decepciona, se cuestiona, y vuelve a intentarlo pasando por todos los pasos otra vez, cada vez, con más años… pero siempre hay algo que le hace seguir adelante: el público. Suena un poco yanki, pero los artistas, necesitan a la humanidad. Uno no cocina una fabada para chuparse los dedos para uno mismo. Lo comparte, se deleita al ver el deleite ajeno, se congratula y piensa que las 4 horas en la cocina, han merecido la pena, y está pensando en la próxima.
Al que el arte le pilla vago, es un ser de base feliz.
A veces podemos pensar, coño, es que el arte es caro! Que si 20€ por hora y media de teatro, que si 1.000€ por un cuadro, que si 150€ por una foto… Pero no estamos pensando en que esa obra de arte se lleva ensayando un año sin que cobren los actores, o se ha tardado 6 meses en pintar, o que ha costado una pasta la cámara o el material.
Tenemos la tendencia de confundir artista con famoso. Un artista que llega a fin de mes durante 6 meses seguidos, es un artista feliz. Y un famoso que es artista, seguro que ha tenido su ración de pasarlas putas hasta que ha llegado a ese punto.
Con esta chapa, quiero que nos concienciemos que un artista, lejos de ser ese bohemio que se pone de absenta hasta las cejas y muere de sífilis, es un trabajador que depende de nosotros. Nos puede gustar o no gustar, pero estoy segura de que algo nos hará sentir. Encuentra tu artista, y apóyale. Todo trabajo tiene que ser remunerado.
¡NO AL ARTE GRATIS!
